Bajan las llegadas a EE.UU. y crecen los temores en el sector

La incertidumbre económica, las restricciones migratorias y el debilitamiento del mercado receptivo generan preocupación en la industria de los viajes. El turismo internacional busca alternativas.

La industria del turismo internacional observa con inquietud el efecto de las políticas proteccionistas de la administración Trump, que ya muestran señales de impacto en los flujos de viajeros hacia Estados Unidos. 

La más reciente alerta provino del National Travel & Tourism Office (NTTO), que reportó una caída del 11,6% en las llegadas desde el extranjero al país durante marzo de 2025 en comparación con el mismo mes de 2024. El dato refleja un retroceso sostenido, ya que el acumulado anual también presenta un descenso del 3,3%.

El impacto —señaló un artículo de Travel Weekly— es particularmente notable entre los visitantes provenientes de regiones clave. Las llegadas desde Europa Occidental disminuyeron un 17,2%, desde Medio Oriente un 17,7%, desde América del Sur un 10,4%, y desde América Central un alarmante 23,9%. Incluso los ingresos aéreos de mexicanos descendieron un 23,2% en marzo y 7,2% en lo que va del año. Estos números no incluyen el turismo fronterizo terrestre ni las cifras actualizadas desde Canadá, que aún no fueron difundidas por el NTTO.

En este contexto, el sector corporativo también se ve afectado. La aerolínea Delta Airlines, por ejemplo, anunció el retiro de su guía financiera para todo el año 2025, alegando “falta de claridad económica”, a pesar de haber comenzado el año con buenos indicadores. Su CEO, Ed Bastian, afirmó que “el crecimiento se ha estancado”, y su presidente, Glen Hauenstein, admitió que es demasiado pronto para evaluar el impacto de las nuevas medidas económicas en la demanda de viajes.

La preocupación se amplifica en los mercados financieros. Desde la asunción de Trump, el ETF Jets —que agrupa acciones de aerolíneas estadounidenses— cayó un 33% hasta el 4 de abril, aunque recuperó parte del terreno tras la pausa de 90 días en la aplicación de nuevos aranceles anunciada por el mandatario el 9 de abril. Sin embargo, el daño a la confianza ya está hecho.

Además de la guerra comercial, factores como el endurecimiento en la emisión de visas, la percepción de inseguridad jurídica y el creciente interés por otros destinos están desviando el interés de los viajeros internacionales. 

La reciente desaceleración llevó incluso a China a emitir una advertencia oficial para sus ciudadanos sobre viajes a Estados Unidos, aduciendo el deterioro en las relaciones bilaterales. Esto es especialmente significativo dado que China era el mercado de mayor gasto turístico hacia EE.UU. antes de la pandemia.

Durante una audiencia ante el Congreso el 8 de abril, el CEO de la U.S. Travel Association, Geoff Freeman, expresó con claridad la preocupación del sector: “Nos gustaría ver un mensaje claro, ahora mismo, de que los canadienses, europeos y todos los viajeros son bienvenidos en Estados Unidos. Ese mensaje podría ser mucho más contundente”.