Fedetur lanza hoja de ruta 2026–2030 de consolidación turística

La Federación de Empresas de Turismo de Chile plantea ambiciosas metas para el sector con foco en la promoción internacional, infraestructura y desarrollo territorial.

La Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur) presentó oficialmente su hoja de ruta para el periodo 2026–2030, titulada “Turismo: Motor del Crecimiento Económico para Chile”, en la que propone convertir al turismo en una política de Estado y uno de los pilares estratégicos para el desarrollo económico, social y ambiental del país. El documento, elaborado en conjunto con gremios y cámaras regionales que integran la federación, fue entregado a los principales candidatos presidenciales como insumo programático.

La propuesta establece metas concretas: alcanzar 8 millones de turistas internacionales al año hacia 2030, generar 800 mil empleos directos y elevar la contribución del turismo al 4,5% del PIB nacional. Según la hoja de ruta, esto permitiría consolidar al sector como un eje clave de descentralización, fortaleciendo las economías locales y fomentando la inclusión territorial.

El plan se estructura en torno a tres pilares estratégicos:

Promoción internacional inteligente, con el objetivo de posicionar la marca Chile en los mercados globales y atraer visitantes con mayor gasto promedio.

Infraestructura, conectividad y seguridad, para mejorar la experiencia turística, facilitar inversiones y aumentar la competitividad del país como destino.

Capital humano, innovación y desarrollo territorial, centrado en la formación profesional, el fortalecimiento institucional y la articulación público-privada en regiones.

Además de los lineamientos generales, la hoja de ruta plantea una serie de medidas específicas que buscan facilitar el crecimiento sostenido de la industria. Entre ellas, destaca la creación de un Consejo Nacional de Promoción Turística, la implementación de un Estatuto Laboral Turístico, el desarrollo de incentivos a la inversión privada en regiones, y la modernización de infraestructura aeroportuaria y pasos fronterizos.

También se plantea la necesidad de actualizar la gobernanza del sector, definir metas claras y medibles, y fortalecer la coordinación entre los actores públicos y privados. Uno de los énfasis centrales del documento es asegurar que el turismo sea visto como una actividad económica estratégica, con impacto directo en el empleo, la inversión, la sostenibilidad ambiental y la cohesión territorial.

En el documento, disponible públicamente, se argumenta que el turismo no debe limitarse a una visión de ocio o recreación, sino posicionarse como un vector de crecimiento integral para el país. La hoja de ruta recoge las lecciones de los últimos años, marcados por crisis sanitarias y climáticas, para construir una industria resiliente, diversificada y con capacidad de adaptación a los desafíos globales.

Finalmente, el documento también apunta a una mayor descentralización de la gestión turística, promoviendo modelos de desarrollo sustentables desde los territorios, con participación activa de comunidades locales, fortalecimiento del capital humano regional y estrategias que respondan a las particularidades de cada destino.