El nuevo atractivo turĆstico estarĆ” abierto al pĆŗblico desde el 1° de noviembre y ofrecerĆ” vistas panorĆ”micas de la capital argentina.
PorteƱos y visitantes ya pueden reservar sus entradas para subir al Mirador Obelisco, en lo mĆ”s alto del famoso monumento que representa a Buenos Aires, ubicado sobre la Avenida Nueve de Julio. Desde el sĆ”bado 1° de noviembre el monumento abrirĆ” al pĆŗblico por primera vez en sus 89 aƱos, todos los dĆas de 9 a 17.
āEl mirador panorĆ”mico es un nuevo atractivo turĆstico que cambiarĆ” la manera de ver nuestra Ciudad y su patrimonio, como en las grandes metrópolis del mundoā, sostuvo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri.
El lanzamiento tuvo lugar en el marco de la Feria Internacional de Turismo (FIT), que reunió a mĆ”s de 140 mil visitantes en el predio de La Rural, ademĆ”s de contar con la presencia de mĆ”s de 55 paĆses.
āEste avance es un hito turĆstico y cultural que posiciona a la Ciudad en el circuito global de grandes miradores urbanos. Es el resultado de un trabajo en conjunto con el sector privado que nos va a permitir seguir dando a conocer nuestra identidad al mundoā, expresó el presidente del Ente de Turismo de Buenos Aires, ValentĆn DĆaz Gilligan
Dentro del Obelisco se instaló un ascensor vidriado que permitirÔ el ascenso y descenso en grupos de cuatro personas, que disfrutarÔn de una vista panorÔmica de la Ciudad desde la cima del Obelisco en turnos rotativos de 15 minutos. La tarifa serÔ de $36.000 para extranjeros (25 dólares), y de $18.000 residentes argentinos (12, 5 dólares, con acreditación de documento).
AdemÔs, la experiencia integra contenido cultural y patrimonial, y una base operativa al servicio de vecinos y turistas. Todas las obras se realizaron preservando la estructura original del Obelisco, lo que garantiza su protección como Monumento Histórico Nacional.
En agosto el Gobierno porteño adjudicó la licitación para la prestación de los servicios del Mirador Obelisco a la Unión Transitoria Autotransporte Andesmar. La concesión fue otorgada por un plazo de cinco años, con un canon mensual que permitirÔ que la Ciudad recupere la inversión realizada para el proyecto.