Un proyecto llevado a cabo en hospedajes de las regiones de Valparaíso y Metropolitana reveló que el consumo de agua en estos recintos es significativamente mayor en comparación con hoteles en Europa.
Según los resultados obtenidos, en zonas urbanas se utiliza un promedio de 1,56 metros cúbicos de agua por persona al día, mientras que en zonas rurales esta cifra asciende a 2,1 metros cúbicos por persona al día.
Aunque el turismo representa solo el 1 % del consumo hídrico mundial, el sector enfrenta desafíos significativos debido a la concentración de su actividad en períodos estivales, cuando la escasez de agua es más pronunciada, y en áreas donde los recursos hídricos son limitados para el consumo humano.
Para comprender mejor esta situación, durante dos años consecutivos, las carreras de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo e Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental de la Universidad San Sebastián (USS) realizaron mediciones de la huella hídrica en diversos alojamientos de estas regiones.
Los hallazgos del estudio indican que el consumo promedio en alojamientos urbanos de ambas regiones es notablemente superior al de hoteles en España y México, donde se registra un consumo de 0,25 y 0,233 metros cúbicos por persona al día, respectivamente.
Se destaca que una persona puede utilizar alrededor de 640 litros de agua estando 30 días en un establecimiento turístico. Además, se consideran variables como la tipología del alojamiento y los servicios ofrecidos, ya que aquellos con instalaciones como piscinas o parques acuáticos tienden a consumir más agua.
Por otro lado, se señala que en hoteles de lujo, como los de cuatro o cinco estrellas, se utilizan cantidades significativas de agua para actividades como el lavado de toallas, ropa de cama y limpieza en general. Se enfatiza la importancia de concientizar sobre el uso responsable del agua, especialmente en las habitaciones donde se tiene menos control sobre su consumo.
Para reducir la huella hídrica, se sugieren medidas como la instalación de aireadores para llaves o grifos, cabezales eficientes de ducha, inodoros eficientes, recicladores de agua caliente, reutilización de aguas lluvias y grises, entre otras. Estas acciones pueden contribuir directamente a la conservación de los recursos hídricos y a la sostenibilidad ambiental en el sector turístico.