Autoridades trasandinas ya trabajan en la habilitación anticipada del cruce fronterizo, clave para la conectividad binacional. La medida busca reforzar el vínculo regional y dinamizar la economía local.
Con el objetivo de fortalecer la integración entre la Región del Biobío y el norte de la provincia del Neuquén, el gobierno neuquino inició las gestiones para adelantar la apertura del Paso Internacional Pichachén, cuya habilitación tradicional ocurre en la temporada estival. Esta vez, sin embargo, las condiciones climáticas permitirían anticipar su funcionamiento para fines de octubre.
Según informó la Secretaría de Prensa y Comunicación del gobierno provincial, equipos de Vialidad de Neuquén ya comenzaron las labores de despeje en la ruta que conduce al paso fronterizo, ubicado en plena cordillera de los Andes. Se estima que los trabajos tomarán alrededor de diez días, lo que dejaría el camino habilitado semanas antes de lo habitual.
La medida responde tanto a la baja acumulación de nieve registrada este invierno como a la voluntad política de reforzar los lazos entre ambos territorios. En ese marco, funcionarios neuquinos sostuvieron reuniones de coordinación con sus contrapartes chilenas —incluyendo a Gendarmería, Aduana y Migraciones— para acordar una apertura binacional anticipada.
El Paso Pichachén es el único cruce habilitado entre la Región del Biobío y el Alto Neuquén, lo que le otorga una importancia estratégica en términos de conectividad, comercio regional y vínculo cultural. Para las comunidades asentadas a ambos lados de la cordillera, su apertura temprana representa una mejora concreta en su calidad de vida, especialmente para familias que mantienen lazos transfronterizos.
El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, anunció además que su administración avanzará con un plan de pavimentación por etapas de la ruta provincial que conduce al paso, lo que mejorará significativamente la seguridad vial y la accesibilidad.