La aplicación permite operar con billeteras digitales de más de 40 bancos en ambos países y ya se implementa en Punta Arenas. El objetivo es potenciar el turismo de compras y el comercio transfronterizo.
Una nueva herramienta tecnológica promete transformar la experiencia de compra entre Argentina y Chile. Se trata de SurPay, una aplicación diseñada para facilitar pagos digitales entre usuarios de ambos países, sin necesidad de preocuparse por el tipo de cambio o la conversión de moneda. El sistema comenzó a operar este 22 de julio en la ciudad chilena de Punta Arenas, en la Región de Magallanes.
Desarrollada por la startup Vita Wallet, la plataforma funciona como pasarela de pagos para transacciones tanto online como presenciales, integrando más de 40 billeteras digitales bancarias. La tecnología apunta a dinamizar el comercio fronterizo, especialmente en zonas como la Patagonia, donde el intercambio comercial y turístico entre ambos países es una práctica histórica.
“SurPay mejora la experiencia de compra para los clientes argentinos y fortalece el comercio local. No hay costos para los comercios chilenos, ya que la comisión del 7% recae en el cliente final argentino, quien a su vez ahorra hasta un 20% en la conversión monetaria”, explicó Luis Alvarado, gerente de SurPay y referente del ecosistema emprendedor en Magallanes.
La presentación del sistema se realizó en ZonAustral, la zona franca de Punta Arenas, escenario habitual del turismo de compras de argentinos que cruzan la cordillera. Según el Banco Central de Chile, este fenómeno creció un 8,4% en enero de 2025 respecto al año anterior, consolidando un flujo comercial que se intensifica durante el verano.
Eugenio Prieto, gerente general de la Zona Franca, celebró el lanzamiento y destacó su proyección regional: “Esta herramienta de pago puede convertirse en una solución tecnológica que trascienda la Patagonia e incluso alcance a otros países”.
En paralelo, SurPay forma parte de una visión estratégica más amplia para convertir a Punta Arenas en un hub tecnológico del sur chileno. Junto a instituciones públicas y privadas, se impulsa un proyecto para establecer una zona franca de servicios, con foco en el desarrollo de software y tecnologías emergentes, apalancado por la llegada de grandes inversiones en hidrógeno verde.