La Segunda Muestra Astro Gastronómica fusionó sabores, astronomía e identidad local, consolidando una nueva forma de vivir el cielo del desierto de Atacama.
San Pedro de Atacama sigue posicionándose como epicentro del astroturismo en Chile, esta vez con una propuesta que combina ciencia, cultura y gastronomía. En el marco de la tercera edición de la Vitrina Astronómica de la Región de Antofagasta, se realizó días atrás la Segunda Muestra Astro Gastronómica, una experiencia culinaria única en la que emprendedores, chefs y restaurantes locales presentaron platos inspirados en el universo, utilizando ingredientes del territorio y relatos astronómicos.
La actividad tuvo lugar en coincidencia con el Día del Astroturismo, y fue impulsada por el Programa Territorial Integrado (PTI) Turismo Sostenible en San Pedro de Atacama, en conjunto con el Comité Corfo Antofagasta, Sernatur y la Municipalidad local.
Durante la muestra, se presentaron recetas que representaban constelaciones, cuerpos celestes y fenómenos del cielo nocturno, incluyendo cocteles, chocolates y platos principales. Las preparaciones fueron evaluadas con el respaldo académico de la carrera de Gastronomía de INACAP Sede Calama, reforzando el carácter profesional e innovador del evento.
Melissa Gajardo Castillo, directora ejecutiva del Comité Corfo Antofagasta, destacó el aporte de esta experiencia a la diversificación turística: “Potenciamos experiencias que integran identidad local, sostenibilidad y desarrollo económico. Esta muestra es un claro ejemplo de cómo podemos innovar dentro del astroturismo”.
Roberto Machuca, gestor del PTI, subrayó que esta iniciativa permite convertir la observación del cielo en una experiencia integral: “Fusionar cocina y astronomía es una manera de conectar a los visitantes con el territorio y sus sabores, transformando la mirada al cielo en un recorrido sensorial”.
Desde Sernatur, el director regional Mauricio Soriano Silva relevó el rol de los productos locales como parte de la identidad del destino: “La gastronomía es un canal potente para poner en valor nuestro patrimonio y diferenciarnos como país”.
La proyección para 2026 apunta a ampliar esta experiencia, incorporando nuevos elementos que refuercen la identidad del territorio y enriquezcan el vínculo entre el cielo y la cocina del desierto más árido del mundo.