La alcaldesa Elizabeth Arévalo impulsa una estrategia para reducir el impacto ambiental del turismo y mejorar la gestión de residuos en Rapa Nui.
Con más de 115.000 visitantes registrados en 2024 y casi dos vuelos diarios, Rapa Nui —también conocida como Isla de Pascua— enfrenta el desafío de equilibrar su principal fuente de ingresos con la conservación de su frágil entorno. La nueva alcaldesa, Elizabeth Arévalo, asumió hace seis meses con una clara misión: transformar el modelo turístico hacia uno más sustentable.
“Desde el año 2000 se habla de turismo sustentable, pero en la práctica se ha hecho muy poco”, señaló Arévalo en una entrevista con la prensa realizada en Santiago. Su objetivo es explorar nuevas soluciones para enfrentar el creciente volumen de basura que genera la actividad turística y que hoy se maneja, en gran parte, sin un sistema eficaz de reciclaje.
Según la edil, actualmente menos del 5% de los residuos generados en la isla son reciclados, a pesar de los esfuerzos educativos y comunitarios impulsados en años anteriores. “Tenemos un centro de reciclaje que separa los residuos y los traslada al continente, pero la mayoría termina en el vertedero, donde tenemos un gran desafío”, advirtió.
El plan de Arévalo contempla intervenciones en establecimientos escolares para fomentar una cultura ambiental desde la infancia, así como posibles convenios con empresas del continente para capacitar al personal local y diseñar un plan de manejo más eficiente. Entre las opciones que se evalúan están la implementación de un relleno sanitario o el fortalecimiento del actual modelo con mejoras sustantivas.
Para la alcaldesa, el cambio debe ser profundo y sostenido. “Debemos replantear nuestras prioridades como territorio. Rapa Nui no puede seguir dependiendo del turismo sin repensar cómo convivimos con él de manera respetuosa con nuestro entorno”, concluyó.