La región austral de Chile consolida su posicionamiento como destino clave para el turismo de cruceros, con impactos positivos en la economía local y un enfoque creciente en sostenibilidad ambiental.
La región de Magallanes y la Antártica Chilena vivió una destacada temporada turística con la llegada de casi 78 mil visitantes a bordo de cruceros internacionales, según datos de la temporada 2024-2025. La cifra supera las proyecciones iniciales y reafirma el atractivo del extremo sur de Chile como destino de naturaleza y aventura.
Los pasajeros que arribaron a través de estas embarcaciones tuvieron la oportunidad de recorrer algunos de los paisajes más imponentes del continente, como el Parque Nacional Torres del Paine, el glaciar Grey y los fiordos patagónicos. Las excursiones organizadas incluyeron caminatas, avistamiento de fauna y experiencias fotográficas en entornos remotos.
Pero Magallanes no solo seduce por sus postales naturales. Las ciudades de Punta Arenas y Puerto Natales ofrecieron una dimensión cultural y gastronómica a los visitantes, quienes pudieron degustar preparaciones típicas como el cordero patagónico y los mariscos del canal Beagle. Además, muchos cruceristas participaron de actividades en ferias y mercados locales, donde conocieron de cerca las tradiciones y el trabajo de los artesanos magallánicos.
El impacto del turismo de cruceros fue notable en la economía regional, especialmente para las pequeñas y medianas empresas vinculadas a servicios turísticos, transporte, guías especializados y venta de productos locales. Este impulso económico fue bien recibido por las comunidades, que ven en esta actividad una herramienta para el desarrollo sustentable.
Ante el creciente flujo de visitantes, las autoridades locales y los operadores turísticos reforzaron las medidas orientadas a la sostenibilidad. Se están implementando planes de manejo ambiental, regulaciones para proteger ecosistemas frágiles y campañas de concientización sobre el turismo responsable.
