Con ocupaciones hoteleras que superaron el 70% en enero, los gremios turísticos proyectan un incremento en la llegada de visitantes gracias a eventos costumbristas y el buen clima.
La provincia de Chiloé cerró enero con cifras alentadoras en ocupación hotelera y se prepara para un febrero que promete una mayor afluencia de turistas. Según Gastón Cárcamo, presidente de la Cámara de Comercio Detallista y Turismo de Ancud, la ocupación en cabañas alcanzó un 71%, superando el promedio histórico del 50% para este periodo. Por su parte, los hoteles reportaron un 65% de ocupación, manteniéndose en niveles similares al año anterior.
A pesar del buen comienzo de la temporada, Cárcamo destacó la preocupación por la informalidad en el sector. “Tenemos alrededor de 1.500 camas informales en nuestra comuna. Invitamos a formalizarse, para que puedan acceder a plataformas oficiales como Sernatur”, indicó.
Febrero, considerado el mes de temporada alta en Chiloé, trae consigo festividades costumbristas, condiciones climáticas favorables y una amplia oferta de eventos culturales que atraerán a turistas locales e internacionales. “Esperamos una ocupación muy positiva, con expectativas superiores a las de enero. Muchas actividades y el buen clima impulsarán el turismo en playas y parques”, señaló Cárcamo.
Desde Castro, Julio Candia, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Turismo, destacó que la ocupación promedio en hoteles ya alcanza un 75%, con cifras que podrían superar el 80% o incluso llegar al 90% gracias a las festividades. Sin embargo, advirtió que algunos alojamientos, especialmente cabañas, han enfrentado una demanda menor. “El aumento de precios después de la pandemia ha impactado. Es importante ajustar los valores para mantenerse competitivos”, recomendó.
Un informe del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) reveló que, entre el 20 y 25 de enero, la ocupación general en la provincia fue de un 49%. Según Claudia Renedo, directora regional de Sernatur, la primera quincena de enero mostró un importante flujo de visitantes nacionales, complementado por la llegada de turistas argentinos, franceses y alemanes.
“Chiloé sigue siendo un destino atractivo para el turismo internacional, y en febrero esperamos consolidar estas cifras con eventos costumbristas únicos en la región”, agregó Renedo.
Las tradicionales fiestas chilotas, como las tiraduras de casas, festivales gastronómicos y actividades culturales, son el principal motor del turismo en febrero. Estas celebraciones, que rescatan la identidad y tradiciones de la isla, no solo atraen visitantes, sino que también impulsan la economía local.