El presidente boliviano, Luis Arce, anunció un crecimiento del 51,4 % en el turismo receptivo en Bolivia durante 2023 en comparación con el año anterior, generando ingresos equivalentes a aproximadamente US$ 803 millones.
“El turismo receptivo —dijo el presidente boliviano, Luis Arce— creció en un 51.4 % respecto al 2022, generando recursos económicos de más de 5.590 millones de bolivianos (unos US$ 803 millones), y en el turismo interno se desplazaron más de 3,1 millones de turistas nacionales”.
El mandatario reafirmó el compromiso de su gobierno de seguir trabajando en la reactivación de este sector crucial.
El viceministro de Turismo, Hiver Flores, ofreció detalles adicionales en una rueda de prensa, destacando que se proyectaba recibir a unos 977.000 turistas extranjeros en 2023, pero la cifra superó el millón de personas. Estas cifras contrastan con los 724.000 turistas y 530 millones de dólares de movimiento económico registrados en Bolivia en 2022.
Flores afirmó que la proyección para 2024 es superar los 1,3 millones de visitantes extranjeros, estableciendo un nuevo hito en la historia turística de Bolivia con un movimiento económico estimado en US$ 959 millones.
El viceministro destacó la notable recuperación del turismo receptivo, subrayando la implementación de programas gubernamentales para impulsar el sector. Aunque aún no se ha alcanzado el nivel de 2019, Bolivia se posiciona como el tercer país de la región, tras Brasil y Uruguay, en lograr una sólida recuperación respecto a la época prepandemia.
Bolivia experimentó una recuperación del 85,6 % en los flujos turísticos internacionales, gracias a programas como el de Gestión Turística del Patrimonio Cultural en Chuquisaca, La Paz y Potosí, y el Programa de Dinamización Turística del Destino Salar de Uyuni y Lagunas de Colores.
Este último cuenta con una inversión de 126 millones de bolivianos (aproximadamente US$ 18.1 millones) para la construcción de hoteles, restaurantes y una escuela de turismo en el destacado Salar de Uyuni. Otro programa relevante es el de Gestión del Turismo Cultural y Natural en Potosí y Cochabamba, con la cooperación italiana y una financiación de 12 millones de euros.