La ciudad intensifica sus esfuerzos para combatir el impacto negativo del turismo de masas y anunció nuevas medidas restrictivas que buscan una mejor convivencia entre residentes y visitantes.
A partir de junio, Venecia prohibirá tanto los altavoces como los grupos de turistas que excedan las 25 personas, con el objetivo de aliviar las consecuencias del turismo desmedido en la ciudad de los canales.
El comunicado oficial de la ciudad destaca que la prohibición de altavoces se debe a la capacidad de estos dispositivos para “generar confusión y molestias”. Esta medida se suma a la restricción de grupos turísticos numerosos, buscando mejorar la gestión de estos en el centro histórico de Venecia.
Este paso sigue a la implementación, en septiembre pasado, de una tasa de 5 euros (aproximadamente US$ 5,35) para los visitantes diarios, en un periodo de prueba. Elisabetta Pesce, responsable de la seguridad de la ciudad, afirmó que estas nuevas medidas están diseñadas para “mejorar la gestión de los grupos organizados en el centro histórico”.
Venecia, con apenas 7,6 kilómetros cuadrados de extensión, recibió casi 13 millones de turistas en 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística italiano. A pesar de la reducción causada por la pandemia, se espera que el número de visitantes supere los niveles anteriores en los próximos años, lo que agudiza la urgencia de abordar el problema del exceso de turismo.
La ciudad ya enfrenta desafíos significativos. En 2021, después de un incidente en el que un barco se estrelló en el puerto, ya se había prohibido a los grandes cruceros ingresar en los canales del centro histórico.
Además, la Unesco advirtió este año que Venecia debería considerarse para incluirla en la lista de sitios del patrimonio mundial en peligro, debido al impacto del cambio climático y el turismo masivo, que amenazan con causar daños irreversibles.